El debate sobre los aranceles automotriz ha sido uno de los temas más candentes desde que el entonces presidente Donald Trump anunció su implementación el 2 de abril para revitalizar la industria automotriz estadounidense. Amigo, los aranceles del 25% sobre todos los automóviles importados fueron ideados como una solución prometedora para atraer la producción y el empleo de regreso a EE.UU. Sin embargo, la situación es más compleja de lo que parece a simple vista, pues la automatización y la pérdida de mercado también juegan roles significativos.
Aranceles automotriz y su impacto en la fabricación
Los aranceles automotriz fueron una de las estrategias principales de Trump para revivir la industria automotriz, que, según él, había sido perjudicada por acuerdos comerciales desfavorables como el TLCAN. Pero, bro, la automatización ha reducido drásticamente las horas de trabajo necesarias para ensamblar un automóvil, de 50 horas en 1988 a solo 18-20 horas en 2005. En consecuencia, aunque los aranceles podrían incentivar cierta cantidad de fabricación nacional, no pueden competir completamente con la eficiencia que brinda la automatización.
La pérdida de cuota de mercado de las Tres Grandes
La cuota de mercado es otro aspecto crucial en esta discusión, amigos. A lo largo de los años, gigantes como General Motors, Ford y Chrysler han visto disminuir su cuota de mercado del más del 80% en los años 70 a un 38% en 2024. Esto se debe a la fuerte competencia de fabricantes extranjeros como Japón, Corea del Sur, Canadá y Alemania, quienes han captado una parte significativa del mercado automotriz en Estados Unidos debido principalmente a la calidad de sus vehículos.
Producción y ensamblaje en América del Norte
A pesar de todos estos desafíos, hay algunas estadísticas para reflexionar. El ensamblaje de automóviles en EE.UU. ha aumentado significativamente, y en 2024, dos tercios de los automóviles fabricados en América del Norte se ensamblaron en EE.UU. Representan nada menos que el 55% de los automóviles comprados en el país. Además, el aumento de la producción en México bajo el TLCAN ha resultado en un crecimiento del 272% desde 1994.
El papel de la automatización y los nuevos empleos
A menudo pasado por alto en la ecuación es la automatización, que no solo ha mejorado la eficiencia sino que también ha desplazado empleos, especialmente en la fabricación de autopartes. Bro, mientras que el traslado de producción a México ha cerrado algunas plantas, la automatización ha jugado un rol más crucial al reducir la necesidad de mano de obra. Por otro lado, los nuevos empleos en la industria automotriz están surgiendo en estados del sur con leyes favorables para el trabajo no sindicalizado, lo que pone de manifiesto otro aspecto importante del cambiante panorama laboral.
¿Un futuro brillante o un panorama incierto?
Finalmente, aunque los aranceles automotriz podrían ofrecer un alivio temporal, amigos, la verdadera solución parece ser de largo plazo y multifacética. Con el avance imparable de la tecnología y la automatización, junto con la fuerte competencia internacional, las políticas arancelarias solo pueden hacer tanto. Quizás el enfoque debe ser una combinación de inversión en tecnología, mejoramiento de habilidades laborales y políticas que fomenten la innovación, que no solo revitalicen la industria automotriz, sino que también aseguren que EE.UU. siga siendo un actor clave en el mercado global.